
La Desbandá. Miles de civiles abandonan Málaga a pie en dirección a Almería.
Cuando la capital malagueña fue tomada en febrero de 1937 miles de personas la abandonaron y se dirigieron hacia Almería. Se calcula que aproximadamente 200.000 civiles recorrieron esta carretera. Cuando Queipo de Llano vio la larga caravana que salía de la ciudad ordenó a las tropas que les persiguieran y mataran. Las miles y miles de personas que en su mayoría se trataban de mujeres, niños y ancianos fueron atacados por tierra, aire y bombardeados desde el mar.
Entre todos estos se encontraba Antonio, un niño que a sus cinco años ya tuvo que soportar separarse de su padre y abandonar su ciudad, Sevilla. Cuando él junto a su madre y a sus hermanos llegan a Málaga, esperaban encontrar a su padre, pero no fue así. Nada más llegar le dicen que deben irse a Almería, que la ciudad no tardará mucho en caer y desde la radio se escuchaba a Queipo de Llano con sus naturales insultos y burlas.